Balsa Salada-Alfajarín

BTT
Zaragoza-Villamayor-Balsa Salada-Alfajarín-La Puebla de Alfindén-Zaragoza.


Equipo:
Alfonso, Alfredo, Antonio, Braulio, CarlosEstradaCarlosFustero, Fernando, JesúsParadera, Julián, M.Ángel y yo (11).


Domingo, 29 de noviembre de 2015.

Después de soportar durante toda la semana los vaivenes del cierzo, hoy nos hemos levantado con un día casi perfecto para eso de dar pedales por el monte. La mañana se presenta despejada de nubes, viento en calma y con el mercurio por los suelos. 

Hacía bastante tiempo que no íbamos a Balsa Salada y, como siempre utilizamos el mismo itinerario, me he permitido esta vez trazar un recorrido diferente al habitual con alguna variante un tanto atrevida por no decir arriesgada, en el buen sentido de la palabra, ya que arriesgar a nuestros años no es muy aconsejable.

La parte importante de la ruta comienza dirigiéndose por la ladera sur de los montes de Villamayor siguiendo el camino de La Sarda Del Tejar. Llegando a su parte más alta pasaremos rozando la zona de Los Abejares para seguir ascendiendo por la suave ladera hasta dejar a nuestra derecha el vértice geodésico de Flora. Una vez superada la parte más elevada, el camino gira hacia el este en dirección a la Sierra de Alcubierre.

Sierra de Alcubierre, vista desde las inmediaciones de Flora
A caballo entre los términos municipales de Villamayor y de Alfajarín, alcanzamos la cota más elevada de la ruta. Todavía dentro del término municipal de Villamayor, nos desviamos del camino principal para comenzar recorriendo a pie (porque montado es imposible) por una recién labrada e inclinada ladera descendente que, por una parte, nos evitará dar un gran rodeo y, por otra, nos llevará a recorrer un nuevo paraje ya dentro del término municipal de Alfajarín (Aunque en época de lluvias no sería este un paso muy recomendable).

Después de dos horas de ruta, y habiendo salvado este primer escollo, decidimos hacer la primera parada técnica a resguardo de una pequeña ladera de pinos, desde donde parte una pista que va en direccion a unas edificaciones cercanas; mientras, poco a poco, van llegando en peregrinación el resto de compañeros. 

En peregrinación por los montes de Alfajarín
Todavía tenemos que salvar la barrera vegetal que bloquea el acceso al camino de la balsa, este último tramo no nos va a coger de sorpresa ya que sabemos, de otras veces, que este camino puede estar labrado o embarrado hasta la misma balsa. Nuestra sorpresa ha sido que el camino se encuentra en perfecto estado. 

Barrera vegetal, último escollo antes de acceder a Balsa Salada
Incluso después de haber visitado varias veces la balsa, aún me sigue sorprendiendo el entorno que rodea este lugar. Un enclave único en medio de la estepa, compartiendo espacio con los tendidos eléctricos que, aunque necesarios, tanto desvirtúan el paisaje natural. Que maravilla poder visitar un lugar como este y que suerte tenerlo tan cerca de Zaragoza.

Balsa Salada
Antes de abandonar la balsa, acordamos desviarnos por Las Portilladas para salir directamente a Alfajarín, en vez de hacerlo por Nuez de Ebro, y así poder acortar un poco la ruta. En el momento de salir, un característico sonido nos hace levantar la cabeza hacia el azul del cielo: es una pequeña formación de grullas volando por encima de nuestras cabezas y que, casualmente, siguen nuestra misma dirección.

La buena marcha de descenso se ve interrumpida, en más de una ocasión, por un ejército de voluminosas capitanes que invaden el paso, llevándonos a improvisar atajos fuera de camino para poder sortearlas. No tardamos en sufrir algunos de sus efectos más inmediatos: Alfonso, que nunca pincha, dos pinchazos, uno en cada rueda, y Alfredo otro pinchazo más, engrosando su colección particular de los últimos días.

Solucionado el último de los pinchazos, reanudamos la marcha comenzando ascendiendo por la primera de las Portilladas. Superado el último paso de la segunda Portillada comenzamos el definitivo descenso. A partir de este punto nos encontramos con tramos de camino muy erosionado, aunque no más que otras veces que hemos pasado por aquí. Muy cerca ya de Alfajarín, y metidos en pleno tajo del barranco de la Virgen, nos encontramos con un tramo de camino saturado de grava que hace muy inestable el pilotaje de la bicicleta. A la salida de una curva, y a escasos metros por delante de mí, observo como la bicicleta de Carlos Fustero derrapa hacia el lado izquierdo sin que este pueda hacer nada para evitarlo, cayendo al suelo sobre el costado derecho. Cuando intento ayudarle, lo primero que me pide es que libere el pie que le ha quedado atrapado en el cuadro de la bicicleta. Respiro al ver que se encuentra consciente.

Tras una cura de emergencia en la mano y un vendaje en el antebrazo, y con la suspensión trasera de la bicicleta petada, a consecuencia del golpe, nuestro valiente compañero consigue montar de nuevo sin que se le haya escapado la menor queja por lo sucedido. Al final, con ese gran pundonor que le caracteriza, toma la decisión de quedarse a beber cerveza para quitarse el susto de encima.    

Resumen de la ruta:
Hoy, sin lugar a dudas, los protagonistas de la ruta han sido los Carlos: uno, el Estrada, porque aun cuando está a punto de sus 82 cumpleaños, no parece que pase el tiempo por él, manteniendo una forma física envidiable, completando la ruta de hoy con una fuerza y una motivación escepcional; y el otro, el Fustero queaunque no está pasando por sus mejores momentos, no ha perdido la motivacion por a bicicleta, aún a pesar de los dos últimos batacazos. 

Dificultad técnica: fácil
Distancia recorrida: 65 km (4 h 26 min)
Desnivel de subida acumulado: 442 m

Enlace a wikiloc para visualizar y descargar ruta
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=11513819


+ Fotos:
Balsa Salada 29-11-2015

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