Monegre

BTT
Épila-Cabezo Monegre-Rodanas-Cueva del Gato-Casa de Dios-Épila-Dehesa de Ganaderos-Zaragoza. 


Equipo:  
BraulioFélix, JesúsParadera, Julián y yo (5). 

Martes, 5 de mayo de 2015. 

Son las ocho horas y cuarenta minutos de la mañana cuando nos reunimos todo el grupo en la estación Zaragoza-Delicias dispuestos para coger el tren Regional que nos llevará a la localidad de Épila, lugar donde iniciaremos nuestra ruta al cabezo de Monegre.

Partimos de la estación de Épila con un ligero viento de frente que se intensifica según nos vamos alejando de la población. El camino discurre por entre campos frutales de secano hasta el límite con la carretera A-121, donde da comienzo el agreste monte.

Salimos al asfalto de la A-121 en dirección Ricla para coger a continuación, por la derecha, una pequeña pista que asciende por tramos muy descompuesto de piedra suelta. Excepto en un corto descenso para salvar el paso de una vaguada, la dura e intensa subida no da tregua hasta alcanzar la zona boscosa. A partir de éste punto, el paisaje cambia de forma radical para dar paso a un bosque de pino joven salpicado de pequeñas sabinas y matorral en flor, compensando de sobra el esfuerzo que nos ha supuesto alcanzar la cota de los seiscientos.

Llegando a la primera línea del bosque
Continuamos por tramos de camino de gran contraste paisajístico en un sube y baja ascendente que nos llevará, por entre una sorprendente vegetación a lo largo de coloridos caminos, hasta encontrarnos con el cauce del barranco de Monegre, ascendiendo por su interior sin dejarlo hasta alcanzar la divisoria de Ricla.

Contraste de colores
Dejamos atrás el barranco para desviándonos por la derecha encarando la primera gran rampa que nos obligará a echar pie a tierra más pronto o más tarde a todos, teniendo que subir empujando la bicicleta hasta un falso llano para atacar de nuevo la última de las rampas que nos dejará sobre el techo de nuestra ruta.

Primera gran rampa de subida
Llegados a este punto hay que pararse y contemplar el paisaje, pues a partir de aquí comenzamos un tramo circular de siete quilómetros que recorrerá el cabezo de Monegre. Estamos por encima de la cota de los ochocientos y, aunque el viento pega moderado, no nos sobra nada de ropa. Decidimos continuar el camino iniciando un progresivo descenso hasta los setecientos para ir manteniéndose la cota a lo largo de casi todo el perímetro del cabezo.

El techo de nuestra ruta, al lado Peña Blanca

Cabezo de Monegre, objetivo alcanzado

Arreglando el único pinchazo del día
El recorrido circular transcurre con toda normalidad hasta que la rueda trasera de mi bicicleta empieza a perder aire a chorro hasta quedarse seca, provocado por un corte en la banda de rodadura de la cubierta que el moco de la cámara no ha sido capaz de taponar. Como el tiempo no nos apremia, decidimos poner un parche, nunca mejor dicho, y mantener la cámara de repuesto en la mochila, ya que ésta no contiene líquido sellante. Félix no pierde la ocasión y aprovecha el momento para hacer la foto del día y así enviársela a nuestro amigo Alfredo para que pueda seguir los acontecimientos de la ruta, ya que no le ha sido posible hacerla, seguro que muy a su pesar, por motivos de sobra conocidos por todos nosotros.

Concluida la vuelta al cabezo de Monegre, y sin más incidentes que destacar, comenzamos un vertiginoso descenso por una extraordinaria pista de tierra hacia el Santuario de Nuestra Señora de Rodanas, donde nos detendremos el tiempo suficiente para sacar unas fotos y reponer el líquido elemento de nuestros bidones.

Santuario de Nuestra Señora de Rodanas

Interior de la Cueva del Gato 
Esta vez no hará falta seguir las indicaciones del GPS para encontrar el difuso sendero de reciente balizado y que recorre toda la inclinada ladera a monte través hasta la misma boca de entrada a la Cueva del Gato.

Mientras Jesús se queda vigilando las bicicletas, el resto atravesamos agachados el pequeño tramo de túnel que nos separa de la cámara interior, hasta quedarnos totalmente a oscuras, teniendo que improvisar Félix una linterna de emergencia con su móvil para poder acceder a la parte alta de la cueva. Un formidable boquete practicado en el techo permite la entrada de luz suficiente para ilumina la parte donde nos encontramos. Curiosamente, dos panales ovalados de color blanco, de hacendosas abejas, cuelgan de una de las partes más inaccesible del tragaluz. Unas fotos de rigor y bajamos salvando los escalones por una resbaladiza rampa hasta el estrecho túnel de salida que conduce al exterior.     

A escasos metros de los carteles informativos de la cueva, parte una deteriorada y peligrosa pista, de suelo muy irregular, que desciende hasta atravesar la carretera A-121 en sentido perpendicular; siguiendo hasta 
enlazar con un camino, aparentemente de uso agrícola, muy bien asfaltado y con escasa circulación de vehículos, permitiéndonos disfrutar a tope de un largo descenso.

Era la segunda ocasión que teníamos para acercarnos a visitar la llamada "Casa de Dios" y no íbamos a desperdiciarla esta vez, más que nada por lo esperpéntico que resulta el montaje que se puede contemplar a la entrada de la casa, aunque más que la casa de Dios parece la casa del terror de una atracción de feria. 

"Casa de Dios" a las afueras de Épila
Tras una pausa de una hora reponiendo fuerzas en el bar de la piscina de Épila, y después de recorrer el centro del pueblo buscando la salida, damos con la antigua vía pecuaria del Cordel de la Coscolleta, poniendo rumbo dirección Zaragoza. 

Por el Cordel de la Coscolleta con el parque eólico de La Muela al fondo 

Un sofocante calor se deja sentir mientras subimos por el Cordel de la Coscolleta. No corre ni una ligera brisa hasta que no alcanzamos la parte más alta del monte, donde comenzamos un largo y progresivo descenso que no abandonaremos hasta pasado la Dehesa de Ganaderos, cerca ya del canal Imperial de Aragón. Utilizamos las carreteras secundarias que recorren las huertas de Garrapinillos para completar el resto de la ruta hasta Zaragoza.  

 Resumen de la ruta:
Extraordinaria ruta para hacerla en esta época del año en que toda vía no aprieta excesivamente el calor. Contiene una primera parte con una subida muy intensa y prolongada, para luego moderarse una vez alcanzado el bosque. En la subida al cabezo de Monegre nos encontramos con rampas cortas, pero de fuerte pendiente. En general, las pistas de tierra se encuentran en buen estado, excepto en los tramos de acceso a la Cueva del Gato y en el descenso desde la misma cueva.

La marcha imprimida por todo el grupo ha sido espectacular en esta última parte de la ruta, completando el trayecto que va desde Épila hasta la llegada a la estación de Delicias en un tiempo de dos horas justas.   

Dificultad técnica: de fácil a moderada.
Distancia recorrida: 83 km (5 h 17min)
Desnivel de subida acumulado: 872m

Enlace a wikiloc para visualizar y descargar ruta
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=9605178


+ Fotos:
Monegre 05-05-2015

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